
En 1928, Frank Lloyd Wright dijo que sólo si entendíamos la madera, podríamos utilizarla con inteligencia, “We may use Wood with intelligence only if we understand it”. Y hoy en día, somos muchos los que usamos esta declaración en defensa de la construcción con madera. Pero, ¿a qué se refería exactamente Wright con esta afirmación?
En la actualidad, el principal problema que existe con la madera es su desconocimiento, su desconfianza. Desde el sector maderero se apoya la utilización de todos los materiales de construcción, pero para disponerlos de la manera –y en el lugar más idóneo– se necesita comprenderlos. Es por ello, que muchas veces recurrimos a este manifiesto para justificar el incorrecto empleo de la madera.
Sin embargo, Wright entendía el aprovechamiento inteligente de la madera de otro modo.
Durante los años 1915 y 1922 Wright trabajó en Japón, en el proyecto del Hotel Imperial de Tokio. Mientras estuvo en el país observó y aprendió mucho de su cultura, y en especial de la madera.
Ya sea un pilar, una viga, un tablón, un listón o una varilla, el arquitecto japonés sacaba las formas y los tratamientos de su arquitectura de la naturaleza de los árboles, de la madera, y realzaba la belleza natural del material con una propia astucia.
Wright contempló la precisión con la que los japoneses utilizaban la madera en sus construcciones, donde el material siempre surgía y resultaba noblemente bello. Fue en la religión primitiva de Japón, el “Shintō”, con su ideal de “ser limpio”, donde encontraron en la madera el material idóneo.

El trabajo de la madera
Gracias a la madera existe el carpintero.
Sin embargo, en esta búsqueda tenaz de innovación, el arquitecto aseguraba que la raza humana había glorificado el árbol en el uso que había hecho del “palo”. Manifestó que, gracias al avance de las nuevas tecnologías, donde todo se hacía con tanta eficacia y afán, se comenzó a percibir el ultraje de los “ilimitados” bosques.
Cuando Wright manifestaba nuestra responsabilidad en el uso de este material, lo que nos quería decir es que debíamos tratar la madera de diferentes maneras, de tal forma que nos permitiera obtener su máxima expresión, apoyándonos en los avances del momento, para mejorar lo que se hacía a mano, con un mayor rendimiento económico.

La vida del árbol no puede tomarse en vano, porque entonces el amado bosque se convierte en un vergonzoso montón de “cosas” en nombre de la cultura, las cuales carecen de visión creativa y nos muestran los árboles que hemos perdidos. Es la economía en el material, la que se demuestra manteniendo la sensación de su belleza.
Construcción con madera.
Wright defendía que en los trabajos no se hablaba de la “construcción” como algo improvisado, sino de la construcción como el arte de la arquitectura.

Wright apoyaba que la madera se volvía más valiosa a medida que el país envejecía.
Para salvarla de la destrucción, por parte del hombre con ayuda de la máquina, sólo era necesario utilizar la máquina para liberar sus cualidades, en formas sencillas y satisfacer al hombre.
No existía ningún desperdicio de material en estas actividades, ni en el corte del árbol ni en la adaptación del corte al trabajo realizado, siempre y cuando se perseguía esta filosofía de construcción.
La máquina divide, subdivide, lija y pule con facilidad las múltiples superficies que cualquier madero adecuado puede obtener con los buenos métodos de la máquina.
Como reflexión final Wright confiaba en que la madera nunca pudiera ser forjada por la máquina, pero sí que las magníficas propiedades de la madera pudieran ser salvadas por la máquina a la mano del arquitecto.
La imaginación de este técnico debía utilizarla de forma auténtica, digna de su belleza.
Y, ahora bien, ¿crees que actualmente trabajamos la madera con inteligencia?
Fuentes bibliográficas
Fank Lloyd, W. (1928) In the cause of architecture. IV. The meaning of materials – Wood.
METU Journal of the Faculty of Architecture. 2012. Let the Stone appear as Stone, Wood as Wood: Frank Lloyd wright’s theory of materials.
Murphy K. 2019. An autobiography in Wood and Stone.
Fernández Galiano, L. (2020) Frank Lloyd Wright. Fundación Juan March
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