jueves, 19 de diciembre de 2013

Claves para hacer una casa sustentable


Claves para hacer una casa sustentable
La clave está en lograr un buen diseño bioclimático para evitar consumos excesivos de energía. Incluir tecnología amigable con el ambiente y el bolsillo cuesta un 15% más.
por Lucas Viano para La Voz del Interior


. Sergio y Gabriela Mendoza construyeron su casa con sus manos y
con materiales locales. Viven en un ecobarrio en Salsipuedes (La Voz).

Basta de prejuicios. No es caro ni significa vivir “como en la selva”. Construir una casa sustentable, “con todos los chiches” puede costar sólo un 15 por ciento más que una convencional. Pero además de ganar confort, se ahorra dinero, porque es una vivienda más eficiente.

Con la ayuda de un especialista, La Voz del Interior planteó los costos y ahorros que implican construir una casa sustentable. Los dividió en cuatro categorías y en tres etapas.

Cada etapa implica una mayor inversión y complejidad en la tecnología aplicada, aunque más beneficios económicos y en confort. Con cero pesos ya se pueden lograr algunos avances amigables con el ambiente.

“La eficiencia se puede encarar con dos estrategias: diseño o tecnología. Si no hay buen diseño, la tecnología va a tener menos impacto”, señala Edgardo Suárez, arquitecto especializado en sustentabilidad y subdirector del Instituto de Arquitectura Sustentable del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba.

Primera etapa

Lo primero es pensar en el diseño bioclimático. Lo ideal es lograr que ingrese más energía solar en invierno y lo menos posible en verano para ahorrar en calefacción y refrigeración. “Lo óptimo es orientar la mayor cantidad de ventanas hacia el norte”, dice Suárez.

Y detalla: “El sur bien aislado, el norte abierto, el este con aberturas limitadas y el oeste con cámaras de aire para evitar la sobreexposición solar. Además, la casa debe ser inteligente: abrirse en verano para ventilarse y cerrarse en invierno para no perder calor”.

Diseñar una casa con buena iluminación y ventilación natural no tiene costo y se puede ahorrar hasta un 20 por ciento en la energía destinada a la calefacción y refrigeración. En iluminación el ahorro es mayor si hay un buen diseño: el 45 por ciento del consumo anual destinado a este fin.

Con el agua también se puede ser sustentable con una mínima inversión. Su consumo se puede reducir a la mitad con sólo colocar mochilas de doble descarga en el inodoro (cuesta 270 pesos) y reductores de caudal (110 pesos) en canillas.

Si piensa tener una casa inteligente, el primer paso es instalar un sistema de antivampiros eléctricos que cortan la energía de los aparatos que funcionan en stand by , los cuales son responsables del 15 por ciento del consumo eléctrico.

Segunda etapa

La segunda etapa requiere una mayor inversión. “Colocar doble vidrio hermético en las ventanas cuesta el doble que un vidrio común pero evita el ingreso del calor. Es una aislación trasparente”, señala Suárez.

Según el arquitecto, el calefón solar debería ser un infaltable en las viviendas. Calientan el agua sin utilizar calefón o termotanque a gas o eléctrico.

“Dos calefones solares con tanques de 250 litros alcanzan para dar agua caliente a una casa con tres baños. Cada uno cuesta unos cuatro mil pesos pero el retorno de esta inversión se logra en un año y medio”, apunta.

Y además alerta que el país está atravesando un cambio de patrón energético. Más adelante, el gas probablemente sea mucho más caro que ahora.

También se puede instalar un sistema de recuperación del agua de lluvia para utilizarla en el riego. Cuesta unos 3.800 pesos y significa un ahorro de hasta 30 mil litros anuales.

Para la iluminación se recomienda la tecnología LED. En una casa de 100 metros cuadrados implican un costo adicional de cinco mil pesos, pero esa inversión se amortiza en 1,5 año. Las lámparas dicroicas consumen 50 vatios, mientras que una LED, 3 vatios.

De a poco, Viviana Parodi está transformando su casa de barrio Marqués de Sobremonte. Esta directora de escuela colocó iluminación LED. “Tienen más duración. Además, sé que las lámparas de bajo consumo son contaminantes a la hora de descartarlas”, dice. Y asegura que este invierno bajó el consumo de electricidad de 270 a 200 pesos bimestrales.

Tercera etapa

Viviana también decidió colocar un techo verde, una tecnología que podría ubicarse en una tercera etapa de inversión. “Tenía que impermeabilizar el techo. Me decidí por el techo verde. Conserva el calor en invierno y mantiene fresca la casa en verano”, dice.

Asegura que le salió menos que colocar tejas pero con más beneficios. “Bajamos el consumo para calefaccionarnos. En los días de mucho calor, la casa está fresca. Incluso la cochera, que es abierta” asegura.

Colocar un techo verde permite ahorrar un 50 por ciento del consumo energético que se utiliza para calefaccionar y refrigerar la casa. La inversión es importante (17 mil pesos en una casa tipo), pero un costo similar a cualquier otro sistema impermeabilizante.

Otra tecnología que requiere una inversión mayor son los paneles solares. Suárez apunta que la combinación iluminación LED y panel fotovoltaico es la ideal. Un sistema de paneles para garantizarle electricidad a una vivienda tipo cuesta 10 mil pesos.

El punto máximo de sustentabilidad en agua es el reciclaje de las agua grises (de lavarropas, canillas y duchas) y negras (inodoro).

Las primeras se pueden utilizar, casi sin tratamiento, para riego o en las mochilas de los inodoros. Se necesita una red de cañería diferenciada. Suárez calcula que para una casa tipo, el inversión extra es de seis mil pesos.

Tanto las aguas negras como los residuos orgánicos pueden tratarse con un biodigestor. Es un sistema caro (18 mil pesos) pero permite un ahorro en el consumo de gas usado en la cocina.

El especialista calcula que en una casa sin gas de red, el retorno de la inversión se da en 4,5 años por el ahorro en la compra de garrafas.
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