domingo, 7 de octubre de 2012

Cubiertas de edificios capaces de sudar para refrigerarse


Cubiertas de edificios capaces de sudar para refrigerarse
publicado en Ison21
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH), han desarrollado un material para el recubrimiento de las cubiertas de las viviendas capaz de contribuir al refrescamiento del edificio sin necesidad de electricidad.
El nuevo polímero responde al aumento de las temperaturas, induciendo sudor sobre las superficies recubiertas y favoreciendo el refrescamiento pasivo de los edificios.
El sudor es un recurso tan simple como eficiente a la hora de regular la temperatura de nuestro cuerpo. Los humanos y los animales lo usamos para evitar el sobrecalentamiento en verano o para disipar calor producido por el esfuerzo físico. ¿Por qué no aplicar este mismo mecanismo a la piel de los edificios?
Investigadores del grupo de Wendelin Stark, profesor del Instituto de Química y Bioingeniería, han desarrollado un material con el que pretenden recubrir las cubiertas de los edificios. Si llueve, se impregna de agua como una esponja. Cuando la envoltura se calienta, libera agua hacia la superficie, en otras palabras, suda. Este mecanismo extrae calor del edificio y funciona exactamente igual que en los humanos, por medio de la evaporación. Para convertirse en vapor, el agua necesita extraer calor del cuerpo, en este caso, del edificio.
Para desarrollar esta envolvente, los investigadores han creado un polímero especial, abreviado PNIPAM, protegido por una membrana permeable que se satura de agua cuando llueve. La capacidad de almacenamiento de agua depende de la temperatura del material. Si el material se calienta más allá de los 32º C, se contrae adoptando propiedades hidrofóbicas que lo hacen a exudar agua a través de la membrana hacia la superficie, donde tiene lugar la evaporación, exactamente igual que ocurre con el proceso de transpiración natural.
Los investigadores han probado este material a pequeña escala, recubriendo el tejado de una maqueta con una lámina de 5 mm. compuesta por este material y calentandolo con una lámpara incandescente que simula la luz solar. Han comparando el resultado con el de otra maqueta cubierta con un polímero aislante convencional y el resultado fue que la maqueta protegida con PNIPAM se calentó mucho menos que en la otra.
Según los mismos investigadores, una vivienda que utilizara este material podría consumir un 60% menos de aire acondicionado en pleno verano. El siguiente paso consistirá en aplicar el referido material a la cubierta de un edificio real, aunque para eso aún se tardará algo de tiempo. Lo primero que tendrán que estudiar es el comportamiento del material en condiciones atmosféricas naturales, lo que incluye la resistencia a la congelación.
Esta investigación ya ha sido publicada en Advanced Materials pero no ha sido patentada, por lo que cualquiera puede desarrollarla y comercializarla.
Vía :: ETH Life

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